"Realismo es el nombre que se da a una posición adoptada en la teoría del conocimiento o en la metafísica. En ambos casos, el realismo no se opone al nominalismo, sino al idealismo". El realismo a su vez concede un lugar a la duda en la vida intelectual, pero considera la vida universal como la muerte de la inteligencia.
Para empezar, hay que definir lo que es el realismo históricamente, pero teniendo en cuenta que hay varios tipos de realismo, influenciados y diferenciados según la época.
En la filosofía medieval, el término realismo hacía referencia a una posición que consideraba las formas platónicas, o conceptos universales, como reales. Esta posición se llama ahora realismo aristotélico. En la filosofía de Platón, un nombre común, como cama, se refiere a la naturaleza ideal del objeto, sugerida por su definición, y esta naturaleza ideal tiene una existencia metafísica independiente de los objetos particulares de esta clase. En la Edad Media, esta posición fue defendida frente el nominalismo, que negaba la existencia de tales universales. Los nominalistas afirmaban que los muchos objetos llamados por un único nombre no comparten nada sino sólo dicho nombre. El término medio entre estas dos posiciones incluía el realismo moderado, que afirmaba que los universales existen en los objetos del mismo tipo pero no independientes de ellos, y el conceptualismo, que mantenía que los universales podrían existir con independencia de los objetos de un tipo particular, pero sólo como una idea de la mente, no como una entidad metafísica que existe en sí misma.
Es un realismo moderado en el que los universales son realidades en la mente y, aunque carecen de existencia independiente, tienen su fundamento en las cosas existentes. El nominalismo afirma que los universales no existen en absoluto, son flatus vocis, palabras que utilizamos para describir grupos de objetos.
La teoría de las Ideas de Platón se denominó realismo platónico ya que asumía la existencia de universales. Pero no hay que perder de vista que se trata de una denominación aplicada en siglos posteriores a Platón y que se trata de una simplificación de sus ideas. Algo similar se puede decir de Aristóteles, al que se denominó realista moderado, aunque esto en realidad es más adecuado para el aristotelismo tomista medieval.
A partir del Renacimiento y, principalmente, de la edad moderna el realismo entró en crisis en la filosofía ante el empuje de los idealismos. El realismo metafísico defendía que el ser (las cosas) tiene existencia independiente de la conciencia. El realismo gnoseológico (que se ocupa del modo de conocer las cosas) afirmaba que, en contraposición al idealismo transcendental de Kant, nos es posible conocer las cosas sin que nuestra conciencia imponga sus categorías.
En el realismo moderno, el término "realismo" se aplica a la doctrina que manifiesta que los objetos comunes percibidos por los sentidos, como mesas y sillas, tienen una existencia independiente del propio ser percibido. En este sentido, es contrario al idealismo de filósofos como George Berkeley o Immanuel Kant. En su forma extrema, llamado a veces realismo ingenuo, se piensa que las cosas percibidas por los sentidos son en rigor lo que parecen ser. En versiones más complejas, a veces denominadas como realismo crítico, se da alguna explicación de la relación entre el objeto y el observador que tiene en cuenta la posibilidad de que tengan lugar ilusiones, alucinaciones y otros errores de la percepción.
En la edad contemporánea el realismo ha recuperado prestigio entre los filósofos. El principal responsable quizá sea el neorrealismo que nació a finales del siglo XIX en los países anglosajones.
El realismo ingenuo se identifica con el naturalismo filosófico en el sentido de que el punto de partida es la existencia de la naturaleza. Es la posición intuitiva, del "sentido común".
El realismo crítico afirma que existe la cosa en sí, pero que el objeto inmediato de conocimiento no es necesariamente ésta, sino un conjunto de cualidades pertenecientes a la cosa.
Para el realismo absoluto no hay diferencia, ni puede haber, entre el objeto de conocimiento y la cosa en sí. El realismo materialista del materialismo dialéctico es un tipo de realismo absoluto que ha sido desarrollado por los seguidores de Karl Marx, fundamentalmente Lenin. Añade la tesis de que nuestro conocimiento no es invariable, y siempre hay que razonar dialécticamente.
El neotomismo defiende un realismo no naturalista. Existe la cosa en sí independientemente de nosotros, pero esta existencia no se reduce a los objetos naturales, también existen los objetos
espirituales.
El existencialismo analiza la existencia del hombre en el mundo, por lo que el realismo forma parte de su misma base.
Además de esta distinción de distintos tipos de realismo según la proximidad histórica, también se pueden realizar otras distinciones, como por ejemplo dividirlo en realismo inmediato, crítico e idealista.
1. Realismo Inmediato. Toda tentativa para superar la oposición entre el realismo y el idealismo, está condenada al fracaso. Nos queda el interrogante de si no podríamos llegar al realismo partiendo del idealismo. Toda la cuestión consiste en sabe si podemos encontrar el ser partiendo del pensamiento, no hay duda de que es posible, pero hallaremos el ser ideal del idealismo, no el ser real del realismo. De hecho, podemos afirmar que el realismo no se demuestra y tampoco necesita demostrarse.
"Gilson sostiene que la noción de realismo crítico es tan contradictoria como la círculo cuadrado. Pues una crítica del conocimiento, dice, tiene como fin fundamentar a priori el conocimiento limitándolo a los fenómenos".
2. Realismo Crítico. El realismo crítico "pretende superar el realismo ingenuo y el natural. Concibe la diferencia ente re los dos miembros, sujeto – objeto. Cada uno de ellos tiene su función propia". Los realistas críticos trataron de responder diciendo que los datos inmediatos de la percepción apuntan a objetos físicos fuera de sí mismo.
El realismo crítico piensa que incluso después de la investigación de Kant sobre la participación que la facultad cognoscitiva del hombre tiene en la imagen de la realidad objetiva, se puede mantener la posición fundamental del realismo.
3. Realismo e Idealismo. El realismo idealista admite que buen número de objetos no existen más que en le pensamiento. "En algunos casos lo que conocemos existen en sí, independientemente de nuestro conocimiento, de nuestro pensamiento, de toda actividad de nuestro espíritu".
Podemos ver, pues, entre el realismo y el idealismo una verdadera contradicción, y es necesario elegir uno de los dos términos y excluir el otro.
El término realismo, interpretado con facilidad en su aplicación a la filosofía, no significa ni defensa de un mundo natural, ni oposición al idealismo (el opuesto de éste sería, en todo caso, el empirismo), ni siquiera está ligado de forma directa o explícita con la verdad. Las tesis fundamentales de todo realismo se pueden enunciar como sigue:
- el objeto de conocimiento es independiente del sujeto de conocimiento,
- en lo fundamental, el conocimiento del objeto no es diferente del objeto.
La razón por la que el término realismo se aplica a corrientes filosóficas muy diferentes entre sí, es la naturaleza del objeto. Puede ser material, pero también un objeto espiritual, una creación matemática, una idea, una teoría científica etc.
El realismo es una de las disciplinas filosóficas que más conservan su esencia en cuanto al planteamiento del conocimiento, es una de las que menos se ha vulgarizado y continúa perteneciendo al plano intelectual. Para saberse realista hay la necesidad de indagar, cuestionar e investigar el sistema filosófico como tal, difícilmente se llega a ser realista por accidente.
Lorena.
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